viernes, noviembre 24, 2006

Los Ariza


Mucho han tardado en aparecer por este blog, pero pretendemos que la espera merezca la pena. Intentamos sumergirnos sin orden ni concierto en una serie de ideas sobre el mundo del costal rodeando todas un mismo punto, no, mejor dicho un mismo apellido, el apellido Ariza, maestros del martillo desde hace un siglo y esperemos que durante varios más, la quinta generación ya está asegurada.

Se sumerge el inicio de esta familia de capataces casi en la noche de los tiempos del mundo del martillo conocido, desde principios del Siglo XX aparece el apellido Ariza a través de su precursor Rafael Ariza Aguirre “el viejo” junto a la familia Franco (tristemente desaparecida de los martillos) como auxiliar en sus cofradías, y esto nos sirve para esbozar la primera de las ideas que queremos plasmar en esta entrada.

Época de profesionales, de antiguos como gustan decir los que la vivieron rechazando la profesionalidad, parece mentira lo que ha cambiado el mundo del costal desde entonces, desde ser apestados de la sociedad a tomarse como un privilegio serlo. Supongo que no será novedad para nadie hablar de estas cuadrillas formadas por mozos de cuerda de los muelles, por trabajadores de los mercados de abastos y cantidad de personas de condición humilde que se metían día tras día debajo de unos pasos que pesaban mucho más que los actuales con lo que podían, a ganar un jornal extra, aunque como cuentan muchos la mayoría lo hacían más por afición que por necesidad, así que estos aficionados al costal a los que muchos nos hacen la cruz resulta que existen desde hace décadas, curioso cuanto menos. Muchos apellidos se vienen a la mente al hablar de asalariados, algunos perdidos como los Franco anteriormente referidos, otros casi, como los míticos Bejarano, actualmente sólo al mando de la Virgen de los Reyes patrona de Sevilla y de la reciente hermandad de Pasión y Muerte de Triana, el Moreno, Salvador Dorado o el recientemente fallecido Pepe Luque por nombrar alguno más reciente...

Pero a día de hoy hay una familia que a pesar de las críticas ha soportado perfectamente la transformación de asalariados a lo que hoy conocemos como “hermanos costaleros”. No hará falta que os digamos a quien nos referimos. Cierto es que la familia Ariza se resintió con el cambio, pero no menos lo es el hecho de que se han ido adaptando a él, eso sí con el regusto de antiguo con el que impregnan todas sus actuaciones al mando de los pasos, es digno de ver tanto a Pepe como a Rafael Ariza Sánchez mandar un paso, sencillamente uno se transporta a otra época en la que había grandísimos capataces, eran muchos menos pero mucho mejores que la mayoría de los que clavan puntillas actualmente. Por cierto no nos gustaría saltarnos una generación y no dejar constancia de José Ariza Mancera, quizás el responsable del momento álgido de esta saga que según palabras de uno de sus componentes ha sacado cerca de tres cuartos de las cofradías de Sevilla, que se dice pronto...

Desde la época de inclusión de costaleros “no asalariados” (mejor llamarlos así que con eufemismos) la familia Ariza se ha hecho cargo de las cofradías de Estudiantes, Gran Poder, la O y la Soledad de San Lorenzo. En la primera tomaron el relevo de Salvador Dorado en el paso de Cristo y con una cuadrilla formada casi íntegramente por hermanos hicieron andar ese crucificado de Juan de Mesa con una elegancia impresionante, hoy día perdida en esa cofradía y solo comparable a los andares del Cristo de las Almas y en menor medida de la Expiración del Museo, una pena no haber conocido bien ese paso andando largo, racheado y reposado y tener que verlo actualmente con la forma de andar que lleva. Perdieron la cofradía por asuntos referentes a juntas de gobierno, favoritismos, parentescos y demás lacra que ensombrece nuestras cofradías. Cuando hablamos de Gran Poder en referencia a cuadrillas de costaleros si el interlocutor tiene algo de memoria histórica solo se le puede venir a la cabeza un apellido, Ariza. Tras varias décadas mandando magistralmente tan impresionante cofradía, en 2002 por “asuntos de juntas” se pierde un andar inigualable, el Señor de Sevilla ya no se pasea como lo hacía, se pierde un detalle, se pierde la que algunos conocían como la voz del Gran Poder, la de Pepe Ariza al mando del Señor. Nos intentan vender una moto muy difícil de endosar durante dos años, para luego intentar recuperar lo que se perdió, aquí lo tenemos muy claro, el Señor andará como siempre lo hizo cuando vuelva a tener la misma voz de antes.

Las otras dos cofradías merecen mención aparte:

Cuando hablamos de la O se nos viene a la cabeza la cofradía perfecta, de Triana, con el SôL y el Carmen de Salteras, ese Señor de Roldán, esa morena de la O, el precioso a la par que deteriorado paso de Cristo y el camión. Viernes Santo en Triana, centurias después de cruzar el puente de barcas hacia Sevilla por primera vez las puertas de la sin par Parroquia de Calle Castilla se abren para que salgan los rabanitos si la lluvia no lo impide y... ah, un detalle de la perfección de esta cofradía se me olvidaba, la mandan los Ariza. Cofradía que ellos consideran familiar es curioso que la vinculación a ella viene de un trueque por motivos horarios con la cofradía del Cachorro que pasó a mandar Bejarano. Si alguien es capaz de decir que ese Cristo no anda elegante por favor háganselo saber a sanidad y sino se le ponen los pelos de punta viendo levantar al camión es que simplemente esto no le gusta.

Al llegar el Sábado Santo realmente ya estamos acostumbrados a ver pasos, ya que lo hemos hecho durante 6 o 7 días atrás, incluso habrá quien esté harto pero a ese es que tampoco le gusta esto. Pero a nosotros un gusanillo nos recorre el cuerpo cuando sabemos que vamos a ver a la Soledad de San Lorenzo, cofradía peculiar y paso originalísimo que por cierto no es precisamente una caja de gambas. Por costumbre, y muy buena por cierto, estamos esperandolo ya a la vuelta sobre la calle Aponte y disfrutar de ella hasta la entrada, sobrecogedora para cualquier cofrade guste o no el mundo del costal, guste o no el mundo de la saeta, es una cita que nadie puede perderse, al menos una vez en la vida hay que ver el broche de oro de la Semana Santa de Sevilla. Una cuadrilla formada por casi una selección de peones “aricistas” hace las delicias de los aficionados, ver un relevo te traslada a décadas atrás, se juntan jóvenes y menos jóvenes bajo sus trabajaderas, eso sí todos peonazos y todos con varias cofradías encima (volveremos a esto más adelante), casi una selección. Y si la cuadrilla es una selección por fuera apreciamos lo que es una dinastía: Rafael y Pepe Ariza cuentan como auxiliares con sus hijos Rafael, Ramón y Pedro por parte del primero y Toni por cuenta del segundo, el futuro de la familia está asegurado.



Y cuando hablamos de futuro lo hacemos también del más inmediato. Este año 2006 nos ha aportado dos magníficas noticias para los aficionados a esto, la ÚNICA dinastía en activo de la Semana Santa de Sevilla volverá a tocar los martillos de los pasos de las cofradías de la Hiniesta y San Esteban, y digo volverá porque ya fueron sus capataces en anteriores décadas. Además lo hemos comentado muchas veces con amigos lo bueno no solo es que entren ellos, sino que además sustituyen a capataces de lo peor que había por la vieja Híspalis, sigamos así...

Nos quedaba una mención pendiente y para ejemplificarlo que mejor que dejarnos de palabrería y aportar documentos audiovisuales, vamos a ello:


Aquí Ramón Ariza, tercer hijo de Rafael.......el paso viene de vuelta, Sabado Santo, muchos con muchas cofradías encima y parece que tienen problemas al levantar....


Se escucha la voz de Rafalito, hijo mayor de Rafael..........


¿Buenas levantás verdad? Pues las que vemos tienen lugar no mucho más de media hora antes de que entre la cofradía del Sábado Santo, el que más o el que menos lleva dos o tres cofradías encima, alguno está hablando de su quinta o su sexta... y luego hay quien dice que no se pueden sacar varios pasos, claro que en parte no les falta razón, para eso hay que ser COSTALEROS y de esos hay poquitos por desgracia, como dice Pepe Luna, “los mismos doscientos de antes, solo que ahora hay más relleno llegando asi a los cuatrocientos que salen en Semana Santa”, y este de pasos sabe, por cierto fue costalero de los Ariza. Ahora los pasos pesan menos, tenemos relevos, estamos mejor alimentados, usamos mejores ropas, sabemos mejor las técnicas... ¿Por qué antes podían y ahora no?

Sirva esta entrada como homenaje a todos los costaleros antiguos desconocidos que han sido en muchas ocasiones maltratados.

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