Después de la lluvia

Después de la lluvia, en pocos casos viene la alegría de una vuelta que, produce una estampa distinta e histórica para las cofradías que la viven sin prisas ni carreras, aquí tenemos algunos ejemplos de Hermandades que tuvieron que pudieron volver el Domingo de Resurrección con el mismo esplendor con el que iniciaron la ida a la Catedral.

En 2003 la hermandad de la Paz tuvo la poca fortuna de tener que refugiarse en la catedral debido a las precipitaciones caidas. Supuso una nueva oportunidad de ver a esta queridísima hermandad en la tarde del Domingo de Resurrección. Misterio elegante en su caminar, suena la Agrupación de San Benito, ya en la calle de su Parroquia las marchas escogidas son Jesús de la Victoria, de la extinta banda de la hermandad y la clásica, y siempre presente, Creo en Jesús. Disfrutemos de un Domingo de la Paz, pero no de Ramos, sino de Victoria en la Resurrección, una semana más tarde entra por la puerta de la Iglesia de San Sebastián.



A media tarde del Domingo de Resurrección de 2004, tras la tradicional primera corrida de abono en la Real Maestranza de Caballería, si hay algo que pueda ser más sevillano este día no puede ser otra cosa que el Cristo del Cachorro por Triana, calle San Jorge junto con Callao preludio de Castilla, la primera y ultima calle de cada año de la Expiración de Ruiz Gijón y como si de una pieza flamenca se tratara la banda nazarena de Presentación al Pueblo entona "La promesa":



Tras la impresionante Expiración de su hijo, trascurre por calle Castilla, calle de Viernes Santo por excelencia, la dulzura de la señorita de Triana, la que gubiara en su día tras el desafortunado incendio, Luis Alvarez Duarte. Si hay una palabra que defina el andar de este originalísimo paso de palio es la elegancia, en el callejón de la candelería aparece la Virgen del Rocío bonito prólogo a la carreta que antes de cincuenta días recorrerá esta calle; suena la Oliva de Salteras:



Si se podía establecer un constraste el Domingo de Resurrección en Sevilla hablando de cofradías, ese fue el que ocurrió en 2004. De la masiva devoción del Cristo de la Expiración por las calles de la cava de los gitanos al intimismo e incluso familiaridad de una clásica Hermandad apenas arraigada en un barrio poco cofrade. Manda la familia Villanueva, andar clásico de un misterio que poco a poco adquiere el andar majestuoso que esta familia imprime a sus pasos. Entrando en el patio de la Fábrica de Tabacos suena "Aromas de un Recuerdo", de la banda de la hermandad, la afamada de las Cigarreras...



2005, un año más las nubes negras se cierran sobre Sevilla, esta vez el Lunes Santo, contrariando las previsiones que daban como días con más posibilidades de precipitaciones a Domingo y Martes. Hasta el Santo Angel fue capaz de llegar el Soberano, de vuelta a la Magdalena para agrupar los dos pasos de la Hermandad, se levanta por el padre de Manuel Garduño y suenan "Noche de Lunes Santo" y "Amor de Madre":


Al Domingo siguiente emprende su regreso a la Parroquia del Barrio León, tras superar la frontera de San Martín de Porres, su gente recibe al Soberano tras casi una semana sin su presencia: